Construyamos lógica

9.7.14

Cada vez escribo cosas más y más inconexas, carentes de sentido incluso para mí, pero esta vez no, esta vez os contaré algo.

Alguien demasiado inteligente como para tratar de ser famoso dijo una vez que al mirar a su alrededor sentía como si su vida formase parte de un cortometraje concienciador sobre como NO se debe ser, a veces incluso se veía en tercera persona, cual espectador, admirando la pantomima que él (lo cual incluye sus circunstancias) era en sí mismo. Alegaba que lo peor de esa sensación era la conciencia de saber que estaba errando, intentaba ser certero pero no hallaba la respuesta, no sabía si era porque le faltaba la fuerza de voluntad suficiente como para sacrificarse y enmendarse entero, si le carcomía el miedo a perderse y dejar de poseer las pocas e intensas cualidad bellas que a los ojos de los demás (que no ante el objetivo de la cámara de dicho cortometraje) le definían o si realmente era incapaz de cambiar, si tenía tan arraigadas aquellas desastrosas costumbres que caía y recaía año tras año y minuto tras minuto.

Este adorable personaje, que no sumido en su pena trataba de superarla, recurrió a múltiples eruditos, expertos y experimentados los cuales hacían preguntas complicadas de responder para alguien que solo sabía que hacía lo que hacía sin saber por qué lo hacía ni por qué no dejaba de hacerlo. Hasta que un día, un nueve de julio de un año demasiado inteligente como para tratar de ser famoso, encontró su ansiado porqué inicial... Porque era un ente estúpido y torpe, como todos los demás.

2 palabras:

Óscar Sejas dijo...

Es complicado no errar. Sobre todo cuando nadie te deja claro si lo que haces es lo correcto o lo que te han enseñado que es correcto...

Cosas que me da por pensar.

Salud

Luis Cano Ruiz dijo...

Cada vez tengo más claro que hay pocas personas especiales en el mundo. Que la mayoría somos normales, simple y deliciosamente normales. Y no necesitamos ser especiales para nada, porque como dijo un amigo, "todos los artistas tienen su público".

Gracias por traernos éstas palabras.

Cuídate.

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Palabras...

>> Muchas veces las palabras que tendríamos que haber dicho no se nos presentan en el espíritu hasta que ya es demasiado tarde.
André Gide.


>> La palabra que retienes dentro de ti es tu esclava; la que se te escapa es tu señora.
Proverbio persa.




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