A pesar del frío, Invierno arde
por tus manos, por tu piel plagada de carreteras de tentación dirección
Infierno. Invierno e Infierno, aparentemente tan opuestos y, sin embargo, sólo
una letra de diferencia.
Invierno en el alma, Infierno en el corazón.
Y
mientras tanto la batalla a 100 grados entre dos cuerpos que se buscan igual
que el inframundo persigue a la estación más fría, y se desean al ritmo de
vientos del ártico y llamaradas del trópico.
Puzzles fragmentados encogen a la
perfección y encajan a la imperfección. Ángeles y demonios en ambos bandos, la
eterna lucha de la humanidad. Piezas aisladas en apariencia irrelevantes, a
mitad del camino.
Invierno e Infierno ahora sólo juegan a la tentación en sus
recorridos. Sin señales de stop, sin ceda el paso. Manda la caótica perfección
de idas y venidas a ritmos desconocidos por los mortales (o tal vez, demasiado
familiares para ellos).
Invierno e Infierno, que a veces
ni se miran, hoy se enfrentan con miradas de pasión, cambiando rutas que al
final terminan siempre de la misma manera.
Con dos destinos opuestos y las
mismas autopistas de conexión.
El termómetro.
Y el fuego ardiendo alrededor.
3 palabras:
Te ha dado fuerte la inspiración, eh? Increíble
Qué... potencia. He disfrutado mucho leyéndolo.
Cuántos contrastes y cuántas relaciones insospechables, me encanta, :D
Cuando te digo que te admiro mucho no es bromita. Y es por algo.
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