¿Qué sucedería si de un momento a otro, nos aventurasemos a confesar todos nuestros miedos? ¿Si fuésemos capaces de expresar con palabras sonoras todo aquello que retumba dentro de nuestras cabezas? Si por un solo instante, uno solo en nuestra vida, nos abriésemos de manera completa... Creo que dejaríamos de sentir miedo y lograríamos ordenarnos.
Pero nuestra naturaleza, oh pequeños, alegres e infelices humanos, nos lo impide. Nos impide expresar con palabras todo aquello que llevamos dentro. Nos impide decir todo lo que pensamos y nos coarta creando una mezcla de impotencia y conformismo poco apreciable.
Y tal vez sea por eso por lo que a veces sentimos que algo nos oprime el pecho, que decimos cosas que carecen absolutamente de sentido y por eso también, decepcionamos a los demás. Porque nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y la expresividad de nuestras palabras nos aterran lo suficiente como para no dar todo aquello que somos capaces de dar...
¿Y como dices con miedo "Espera un segundo, tengo demasiado miedo, necesito curarlo y quiero que sea contigo"?
Bailaremos con el tiempo hasta descubrirlo.
Ana.
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Palabras...
André Gide.
>> La palabra que retienes dentro de ti es tu esclava; la que se te escapa es tu señora.
Proverbio persa.
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