Neissel.

30.9.12

Recuerdo el primer día que nos conocimos. Te sentaste frente a mí mientras los otros chicos del grupo estaban en silencio. Empezamos a hablar. Casi lo primero fue compartir nuestra afición por la lectura. Memorias de Idhún. Sí, hablamos de aquel libro el primer día. Me pareciste una chica simpática. 
Hace ya cinco años, ¿eh? Cómo pasa el tiempo.
Cuando me pongo a pensar, los recuerdos llegan a mi mente de forma caótica. Primera vez en mi vida que me echaron de clase; gracias a ti. Risas en la biblioteca. La presentación de "La Leyenda del bosque sin nombre" y una vez más unidas gracias a las letras. La memorable discusión que nos tuvo media hora sentadas en un banco sin hablarnos. Estúpidas las dos, cabreadas y aún así sin ser capaces de irnos a casa. Veranos gastados vagueando por Ópera, nuestro pequeño y solitario rincón que un par de años después dejó de serlo, las conversaciones sin fin, la primera de las poquísimas veces que me has visto llorar, retazos de recuerdos, de palabras, de sonrisas que con el desgaste de los años continúan tan vivos como la primera vez.
Miles y miles de cosas que sería capaz de contar con todo lujo de detalles. Momentos y sentimientos que hemos compartido. Ver a la gente marchar. Todos alejándose. Y tú mientras, al pie del cañón. Como has estado siempre. Como has estado cada día de mi vida desde que nos conocimos. Nostalgia. Pero al menos tenernos la una a la otra para sobrellevarla. 
Y cuando te caes, me duele como los propios golpes, y verte levantar es una de las mejores sensaciones de este planeta. Verte levantarte, sonreír, verte fuerte, que a ti nada te cambia y sigues siendo la misma chica maravillosa que se cruzó en mi camino por un golpe de suerte que aún me niego a creer.
Y cuando una piedra en la camino repite la misma caída de siempre, me niego a dejarme llevar absolutamente por lo negativo. Porque pienso en ti. En todo lo que has hecho por mí, por nosotras. Pienso lo fácil que habría sido dejar las cosas estropearse. Y, sin embargo, tú nunca te has rendido. Tú nunca me has dejado.
Y de verdad, Paloma, nunca voy a tener palabras para agradecértelo.

2 palabras:

Sheyimash dijo...

La amistad (dicen) es la más pura forma de amor. Muy bonita entrada. Abrazos para Paloma y para ti.

Shadow dijo...

"Me pareciste una chica simpática".
Es curioso, porque aún no he encontrado a nadie que sepa desde el primer momento lo importante que va a ser esa otra persona, sino todo lo contrario. Te parece quizá agradable, interesante..., pero nada fuera de lo común, y al cabo de un tiempo no te puedes imaginar tu vida sin esa persona.
Qué gusto tienen en las novelas por las epifanías y los flechazos, si al final es más bonito así.
Me alegro de que, a pesar de estudiar duro, aún tengas tiempo para pasarte por la blogosfera.
Un beso enormísimo :)
PD. La voy a fastidiar en el programa, lo veo venir, pero intentaré no decepcionaros. Mucha suerte ^^

Publicar un comentario

Tus palabras también son importantes.








Afílianos

El baúl de la habitación de al lado

Palabras...

>> Muchas veces las palabras que tendríamos que haber dicho no se nos presentan en el espíritu hasta que ya es demasiado tarde.
André Gide.


>> La palabra que retienes dentro de ti es tu esclava; la que se te escapa es tu señora.
Proverbio persa.




Huellas.