Las nueve caras del corazón.

7.10.11

El otro día, en clase de Psicología, una de las cosas que nos trajo la profesora fue una cita de este libro, de Anita Nair. Y ya que ando algo desaparecida y nada más que escribo los artículos para La Persiana [que ya podéis escuchar el programa del Jueves aquí (algo que os recomiendo encarecidamente. La entrevista a Olga Rodríguez sobre lo ocurrido el día que mataron a Jose Couso es alucinante)], la comparto con vosotros.
En cuanto tenga tiempo para leerme el libro (que ya lo he comprado), os comentaré algo sobre él. Eso sí, aún tengo varios pendientes y apenas tengo tiempo. Pero tarde o temprano, lo haré.

"Mírame. Mírame a la cara. La cara desnuda, despojada de colores y maquillaje, de brillos y adornos. ¿Qué vemos en ella? La frente, las cejas, las fosas nasales, la boca, la barbilla y treinta y dos músculos faciales. Estas son nuestras herramientas y con ellas tenemos que trazar el lenguaje sin palabras. Las navarasas: amor, desprecio, pena, furia, valor, miedo, disgusto, asombro y paz.
En la danza, como en la vida, no necesitamos más que nueve formas de expresarnos.
Las podríamos llamar las nueve caras del corazón."

3 palabras:

María/A cualquier otro lugar dijo...

Me encanta la cita, voy a investigar más sobre el libro.

¡Besos!

Teeburu Coriso dijo...

¡Cuando nos lo dio a mí también me entraron unas ganas enormes de leerme el libro! :)
Aunque, por ahora, tendrá que esperar, entre que ya empezamos los exámenes y tengo un montón de libros pendientes... ¡Ains!
Muchos besotes.
PD: Te lo repito, estuviste genial en La Persiana. ¡Todo aquel que no la haya escuchado, por favor, que lo haga ya sin más tardar! ^^

For the heart i once had dijo...

Que gran cita, realmente que gran estrofa, me dan ganas de leerlo!

Publicar un comentario

Tus palabras también son importantes.








Afílianos

El baúl de la habitación de al lado

Palabras...

>> Muchas veces las palabras que tendríamos que haber dicho no se nos presentan en el espíritu hasta que ya es demasiado tarde.
André Gide.


>> La palabra que retienes dentro de ti es tu esclava; la que se te escapa es tu señora.
Proverbio persa.




Huellas.