Sweet death.

Me aburro, así que os dejo un relato que escribí ayer :)

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Tus manos rodean mi cuello mientras una sonrisa de sincera felicidad decora mi rostro. Nadie imagina que una estrella de rock necesite de algo más que la fama para completarse, y por eso tardarán en descubrirte como culpable, si algún día llegan a hacerlo. Me esforzado en no dejar pistas. No hay muestras de forcejeo en mi cuerpo, y quité la alfombra del salón para que mi sangre fuese más fácil de limpiar. Como te dije una vez, sé que mi final estaba destinado a ser así. La gente teme a la muerte, pero yo nunca he tenido miedo porque sabía que serías tú quien me dijera el último adiós. No voy a olvidar todos estos años siendo tu desconocida cómplice. Nadie sabía de mi existencia, de nuestros esporádicos encuentros, pero no necesitábamos el consentimiento de nadie para disfrutar el tiempo. Pero, por desgracia (y aún te pido perdón), descubrí tu secreto, y a día de hoy, a escasos instantes de mi muerte, te puedo jurar que no me importó, que te perdoné y ni siquiera me planteé decir nada, pero comprendo que era demasiado arriesgado dejarme libre. Entiendo la dura decisión que has debido tomar, y sé que es lo correcto. No te juzgo, no eres culpable de nada, es la vida que con sus enrevesados senderos nos ha traído a este punto. Sabes que yo te perdono, mi amor. Y al mismo tiempo te agradezco, que seas tú, que hagas esto.
Porque en tus manos, vida mía, sé que puedo morir feliz.